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MURIÓ “JAPINHA DO CV”, LA INFLUENCER VINCULADA AL COMANDO VERMELHO ABATIDA EN EL MEGAOPERATIVO DE RÍO

Penélope, conocida como “musa del crimen”, fue una de las figuras más visibles del grupo narco brasileño. Su muerte reaviva el debate sobre la violencia policial en Río de Janeiro.

MURIÓ “JAPINHA DO CV”, LA INFLUENCER VINCULADA AL COMANDO VERMELHO ABATIDA EN EL MEGAOPERATIVO DE RÍO

Penélope, conocida como “musa del crimen”, fue una de las figuras más visibles del grupo narco brasileño. Su muerte reaviva el debate sobre la violencia policial en Río de Janeiro.

Vestida con ropa camuflada y un chaleco antibalas, Penélope, más conocida como “Japinha do CV”, murió durante la megaoperación policial más letal en la historia de Río de Janeiro, llevada a cabo el 28 de octubre en los complejos de Alemão y Penha. Según informaron los medios locales O Globo y CNN Brasil, la joven —reconocida en redes sociales por exhibir armas y drogas ante más de 50.000 seguidores— era una de las combatientes más activas del Comando Vermelho (CV), la organización criminal más poderosa del país.

La llamada “musa del crimen” había ganado notoriedad dentro y fuera de las favelas por su vida exhibicionista y su rol dentro de la estructura del CV. De acuerdo con la Policía, se encargaba de custodiar rutas de escape y proteger puntos de venta de droga, una tarea estratégica dentro del esquema criminal. En redes sociales, publicaba imágenes con fusiles, chalecos y drogas, lo que la convirtió en un símbolo del poder narco en las comunidades cariocas. Tras su muerte, su cuenta de Instagram fue eliminada.

El enfrentamiento fatal ocurrió cuando Penélope, según las investigaciones preliminares, abrió fuego contra los agentes durante la incursión del Batallón de Operaciones Especiales. Un disparo de fusil la alcanzó en el rostro, y su cuerpo fue hallado cerca de uno de los accesos a la favela. Videos e imágenes del cadáver circularon rápidamente en redes, provocando una fuerte reacción de su familia y reavivando el debate sobre la brutalidad de las fuerzas de seguridad.

La operación, que involucró a 2.500 efectivos y dejó decenas de muertos, tenía como objetivo desmantelar el núcleo operativo del Comando Vermelho en Río. Mientras la Defensoría Pública calificó el operativo como una “matanza”, el gobernador Cláudio Castro defendió la acción como “un éxito”, expresando condolencias solo hacia los policías fallecidos.

El ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski, aclaró que el operativo fue “planificado y ejecutado en su totalidad” por el gobierno regional, sin conocimiento previo del Ejecutivo federal de Luiz Inácio Lula da Silva. Desde la comunidad internacional, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, y el secretario general António Guterres exigieron una investigación inmediata y recordaron a Brasil sus obligaciones en materia de derechos humanos.

Tras la operación, varios líderes del Comando Vermelho permanecen prófugos, entre ellos Edgar Alves Andrade (“Doca da Penha” o “Urso”), considerado el principal jefe de la facción, junto a Pedro Paulo Guedes (“Pedro Bala”), Carlos Costa Neves (“Gadernal”) y Washington Cesar Braga da Silva (“Grandão”), todos aún en la mira de las autoridades.

La muerte de Penélope, convertida en ícono del crimen en redes sociales, simboliza el rostro más visible de una guerra interna que expone, una vez más, la fragilidad de la seguridad pública en Río de Janeiro y la delgada línea entre justicia y violencia en el combate al narcotráfico.

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