La historia de Thomas Wadhouse, el hombre con la nariz más larga del mundo
Su singularidad lo llevó a ser parte de los circos de rarezas, pero terminó sus días en la pobreza y sin tumba
Thomas Wadhouse nació en Yorkshire, Inglaterra, en el siglo XVIII, y desde niño cargó con una característica que marcaría su vida: una nariz de 19 centímetros que lo convirtió en objeto de burlas, supersticiones y finalmente en atracción de los llamados “freak shows”. Durante años recorrió ferias y espectáculos en los que su particular fisonomía era presentada como un prodigio de la naturaleza. Los grabados y bustos de cera de la época lo inmortalizaron como el hombre con el perfil más insólito jamás visto.
El tiempo y los testimonios lo consagraron como poseedor del récord Guinness de la nariz más larga documentada, aunque su historia encierra un costado más trágico. Nunca logró escapar de la etiqueta que lo condenó a exhibirse por unas monedas y murió en la pobreza, sin descendencia ni tumba conocida. Su nombre quedó ligado a la curiosidad científica y al espectáculo, recordado más por la frialdad de una cifra que por la humanidad de un hombre que vivió entre la fascinación, la humillación y el olvido.
