
FRED MACHADO ROMPIÓ EL SILENCIO Y APUNTÓ CONTRA ESPERT: “TODO ESTO SE DESCONTROLÓ PORQUE ME NEGÓ, Y ESO FUE UN ERROR”
El empresario aeronáutico habló desde Viedma y explicó su versión sobre el vínculo con José Luis Espert, a quien aseguró haber ayudado en sus inicios políticos. Negó vínculos con el narcotráfico y dijo que fue “usado para tapar una red más grande”.
Fred Machado rompió el silencio después de años de denuncias y sospechas. Desde su casa en Viedma, donde cumple prisión preventiva domiciliaria, habló públicamente sobre su relación con el diputado liberal José Luis Espert y defendió su accionar en medio de la causa que lo involucra en Estados Unidos por presunta complicidad con una organización criminal dedicada al narcotráfico. “Me convirtieron en radiactivo. No soy narco, soy un tipo que se equivocó”, sostuvo con visible enojo y cansancio.
Machado afirmó que su historia fue “tergiversada hasta el absurdo” y que la crisis con Espert se desató cuando el dirigente lo negó públicamente. “Todo esto se descontroló porque Espert me negó, y eso fue un error. Si hubiera dicho la verdad —que me conoció, que lo ayudé y que después me metí en problemas— no pasaba nada. Pero prefirió mentir. Hay fotos, vuelos, testigos”, aseguró. Según su relato, en 2019 acompañó al dirigente en varios traslados de campaña, incluso en una camioneta Jeep blindada que pertenecía a un familiar suyo. “Lo del supuesto atentado es falso: pasaron por la Villa 31 y le tiraron dos piedras. No hubo tiros ni nada raro”, aclaró.
El empresario detalló que conoció a Espert en los inicios de su carrera política. “Lo ayudé cuando recién empezaba. Le presté un avión y unos mangos para moverse. Lo hice por lástima, no era el Espert del ‘cárcel o bala’. Era otro tipo, más humano”, relató. Además, reconoció la existencia de un contrato de más de 200 mil dólares firmado en 2019 y transferido en 2020 a través de Aircraft Guarantly. “El tipo me dio lástima; en ese momento me pareció un tipo macanudo, con una causa noble”, afirmó, al tiempo que negó haber financiado campañas millonarias: “No fueron millones. Lo ayudé con un contrato, con logística y algunos gastos. Nada más”.
En otro tramo de la entrevista, Machado describió su experiencia con agentes estadounidenses como “una tortura”. “Me tuvieron cinco meses dando vueltas. Querían que delatara a mis inversores, y no lo hice. Me presionaron, me amenazaron. No soy ningún santo, pero tampoco un delincuente”, sostuvo. Aseguró que fue víctima de presiones judiciales y mediáticas, y que su nombre fue usado para encubrir operaciones de mayor escala.
Cerca del final, reflexionó sobre su situación actual: “Me cortaron las piernas. No me defendió nadie, todos me soltaron la mano”. Admitió errores financieros —“usé mal los fondos, pero no hice nada ilegal”—, y cerró con una frase que resume su postura: “Me convirtieron en radiactivo. Me usaron, me negaron y me dejaron solo. Pero no soy narco. Soy un tipo que se equivocó”.