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Educación en crisis: solo 4 de cada 100 chicos en Catamarca terminan la secundaria en tiempo y forma

Un informe nacional reveló que la provincia retrocedió respecto a 2022 y se ubica entre las peores del país en calidad y terminalidad escolar.

Educación en crisis: solo 4 de cada 100 chicos en Catamarca terminan la secundaria en tiempo y forma

Un informe nacional reveló que la provincia retrocedió respecto a 2022 y se ubica entre las peores del país en calidad y terminalidad escolar.

Un estudio del observatorio Argentinos por la Educación expuso la magnitud de la crisis educativa en el país y puso a Catamarca en el centro de la preocupación: apenas 4 de cada 100 estudiantes que iniciaron primer grado en 2013 lograron llegar en 2024 al último año del secundario en tiempo teórico (sin repetir ni abandonar) y con aprendizajes satisfactorios en Lengua y Matemática. El dato marca un retroceso frente a 2022, cuando el índice era de 7 de cada 100, y posiciona a la provincia entre las jurisdicciones con peores resultados escolares.

El Índice de Resultados Escolares (IRE) combina dos dimensiones: la terminalidad sin rezago y la calidad de los aprendizajes. A nivel nacional, el 63% de los alumnos llega al último año de la secundaria sin repetir ni abandonar, un leve avance respecto a 2022. Sin embargo, solo 10 de cada 100 logran hacerlo con los saberes mínimos en Lengua y Matemática. El contraste entre inclusión y calidad quedó en evidencia: más chicos en las aulas, pero con aprendizajes insuficientes.

La especialista Viviana Postay advirtió que el dato es alarmante: “La pregunta es qué pasa con los aprendizajes. Diez de cada cien chicos llegan al final en tiempo y en forma con lo esperado en Lengua y Matemática. Eso es lo preocupante”. El informe mostró una leve mejora en Lengua a nivel país, con un crecimiento de 2,7 puntos en comparación con 2022, especialmente en Chaco, La Rioja y Ciudad de Buenos Aires. En cambio, Matemática sufrió una caída de 5,5 puntos, con retrocesos marcados en provincias como CABA, Neuquén y Córdoba.

Más allá de las cifras, Postay puso el foco en la convivencia escolar y en las condiciones de enseñanza. “¿Es posible enseñar y aprender con la tranquilidad y el orden necesarios para concentrarse? Ahí tenemos una dificultad seria”, señaló. Además, subrayó problemas estructurales como la falta de cobertura de cátedras y las condiciones laborales docentes: “Tenemos que preguntarnos si el sistema es un lugar amable para permanecer, tanto en lo simbólico como en lo material”.

El informe concluye que el desafío de la educación argentina ya no pasa solo por la inclusión sino por garantizar aprendizajes de calidad. Catamarca refleja de manera aguda esa realidad: la baja terminalidad combinada con el déficit en Lengua y Matemática expone la necesidad de políticas integrales y un trabajo conjunto entre docentes, familias y Estado. La alarma está encendida y obliga a colocar la cuestión educativa en el centro de la agenda pública provincial y nacional.

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